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martes, 8 de febrero de 2011

El show del horror

Recuerdo que encontré la primera referencia al Rocky Horror Picture Show cuando estaba en el colegio, en una revista que lo enfatizaba como grotesco y bizarro, y lo hubiera sido mucho más si realmente lo hubiese en ese entonces, a aquella tierna edad. Sin embargo, como suele sucederme, me quedé con la duda por varios años más, hasta que su mención en una serie simpaticona como Glee me recordó la existencia de este musical freak. Es un show bastante freak, pero no es un freak show. No hay mucho monstruo ni cadáver que pueda causar un shock inmediato. Los horrores de la deformidad, la impotencia, las víceras y la muerte no son el tema aquí. Para algunos, más bien, el tema del sexo y su imparable flexibilidad sigue siendo mucho más desconcertante que la muerte misma, y es en mofa de ellos que se celebra esta película. Por supuesto, es una mofa, totalmente sarcástica, o en todo caso tan grave y tétrica como pueden ser los marcianos del planeta Transexual en la galaxia Transilvania con su rayo laser de antimateria pura. Se trata de una pieza totalmente un-serious, camp, tributo a las películas de serie B, a Ed Wood y todo lo que es tan malo que es bueno. Susan Sontag decía que, como aquí, lo camp surge como bandera del movimiento gay, igual que la democracia fue insignia de los judíos... pero bueno, la mayoría de demócratas ya no son judíos, y Kill Bill o Van Hellsing no tienen nada de gay, pero sí mucho de camp. En fin, en el caso de Rocky, la asociación se mantiene. El doctor Frank-N-Furter acepta el hecho de que ser queer lo vuelve monstruoso, y lo disfruta. Por supuesto, lleva su "estilo de vida decadente" otro poco más allá del gay común e incluye asesinatos pasionales. Además resulta draculezcamente contagioso. Los héroes en su pureza y patetismo melodramáticos no pueden ser más que víctimas. Quedan destinados a no poder reconocerse y, muy lovecraftianamente, su pacatería perdida jamás podrá recuperarse tras vivir el Horror. Un horror, por otra parte, que es solo parte de un show. Dado el tema, si no hay visceras podría pedirse aunque sea algo más de calatos, pero el show es lo bastante simpaticón como para ser adaptado a una serie como Glee.

1 comentario:

Anónimo dijo...

el video está gracioso el travesti que sale con todo ese maquillaje tiene un aire de wason si que es un show de horror de locas.