
El relato por supuesto parte de la legendaria ciudad de Praga, de la cual sólo recuerdo algún tránsito fugaz por la estación en mi infancia, el reflejo de un farol anaranjado sobre una calzada de piedras medievales, envuelta en la oscuridad. No sé si Alonso Molina Gonzalez habrá estado ahí, pero maneja las referencias con bastante precisión, tanto el trasfondo de la leyenda específica como la totalidad de las reglas cabalísticas que atraviesan un universo. Creo que el único detalle que podría reclamársele es que el hechizo del golem está escrito en alfabeto latino y no en hebreo, pero pasa desapercibido por todo lo demás. Aun así, eso por supuesto no es suficiente, y para darle un giro hacia un verdadero relato estilo manga, el punto de vista es de un protagonista que trae una densa y compleja historia personal y le da una perspectiva fresca y juvenil al relato.

El dibujo pierde bastante con la calidad de fotocopia a la que todo fanzinero está limitado, pero con una lectura más completa del volumen se deja apreciar la constancia en el estilo, la conciencia y concepción completa del diseño de personajes. Es evidente en ese sentido una fuerte influencia manga, y a varios niveles yo diría que la reinterpretación manga de mitología medieval europea me recordó a Fullmetal Alchemist, también en su aspecto gráfico. Por otra parte, el trazo mismo es incluso más interesante que eso, pues no se centra necesariamente en un trazo nítido y simple, en la línea-contorno. Esta historieta más bien varía el uso de la línea que a menudo se torna en líneas entrecruzadas, violentas, que representan el movimiento de la acción pero, sobre todo, la indefinibilidad de las sombrías criaturas infernales que pueblan su relato, que son seres de por sí ambiguos, borrosos, repletos de detalles incomprensibles. Sin embargo, como decía, la fotocopia no permite la apreciación de un dibujo que, sin duda, merece una edición que esté al nivel de su calidad.
Y qué forma de relatar este relato, caramba. El dinamismo de sus viñetas, la audacia de sus composiciones, y como quien no quiere la cosa, el mejor double-page-spread que recuerdo haber visto en mucho tiempo (mejor que los de Civil War, por lo menos). En el momento menos pensado me sorprendí a mí mismo inventándole un soundtrack a la historia. Cinco soles es poco. Ya quiero ver la versión anime, god damned! ¿Cómo hacer para encontrar este fanzine? Al menos tenemos el Deviantart del autor.