Al día siguiente tuvimos una revisión muy ilustrativa sobre la ciencia ficción en el Perú por parte de Daniel Salvo, quien partió desde "Lima de aquí a cien años" para acabar más de cien años después, con "Mañana, las ratas" de José B. Adolph. La contraparte la dio Rodolfo Rorato Londero, un invitado brasilero que se centró en las corrientes más actuales de ciencia ficción en su país: el steampunk y

Pero no habría que descuidar lo de la noche anterior. Sí, para entonces ya habían hablado Rosita Isaza, sobre el autor colombiando Ricardo Cano Gaviria y el Castillo de Otranto, gemelas vampiro en un juego perverso de intercambio de roles por el cual ya no se sabe quién es la viva y quién la muerta, o si ambas están vivas y muertas al mismo tiempo. Raschid Rabi analizó las adaptaciones al cómic de HP Lovecraft, y Michaela Radulescu sobre la historia del vampiro en el cine. Larga y compleja la historia del vampiro, sin duda, tanto así que los míticos vampiros sumerios apenas se pudieron mencionar de pasada. Lo que alcanzó a cuajar de manera más completa, en cambio, fue la imagen del Nosferatu, el vampiro solitario, un muerto en vida que encarna la desesperación de la tragedia germánica, la oscuridad teutónica de conocer desde siempre la propia destrucción, de vivir, como decían Rilke y mi profesor Renato Sandoval, en constante despedida.
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