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viernes, 17 de julio de 2009

Máscaras

Recién interpretando el papél hasta las últimas consecuencias uno se da cuenta de lo inverosímil que es realmente la actitud que tenemos como alumnos hacia el profesor, el concepto del experto y la autoridad que en el fondo también es sólo un tipo que tiene hambre y sueño como nosotros, sólo que en vez de intentar pasar el curso pretende ganarse la vida de alguna forma, y a veces se ensucia y se le pierden las cosas y se despierta de mal humor y se equivoca. Por un momento me veo tentado a hacer lo que haría yo mismo frente a los alumnos, pensar en mis deseos, en el caos de sensaciones que forma mi base y que tengo reprimido tras la apariencia de un tipo mínimamente formal, razonable y socialmente saludable, en vez de el sociópata satanista, caótico y temperamental que soy. Y por otra parte, luego lucho por ser quien era y quien quisiera ser, por tener al menos unos segundos para tipear al menos un par de líneas sobre mis diosas y demonios, sea en el blog o en el notepad. Ahora al menos tengo a la mano trozos de papel para garabatear furtivamente en las micros.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay cosas que no se pueden ocultar a pesar de los formalismos. Por otro lado, a mí no me consta si eres lo que dices ser, sin embargo, puedo decir con certeza que he aprendido mucho de ti más allá de lo académico. De cada estilo de mis profesores siempre rescato lo mejor y trato de hacer con todo ello una combinación para crear mi propio estilo. De ti he cogido la dedicación, la nobleza y la ternura, creo que tu paciencia valió la pena. En clase te pueden bacilar pero todos suelen hablar bien porque eres cumplidor. Nada más por ahora, sigue escribiendo si eso te libera y si quieres saber por qué te tuteo es porque acabo de descubrir que eres mi menor y que tienes hambre y sueño como yo.
Estimado profesor..

Anónimo dijo...

A veces, las máscaras ayudan a sobrevivir, sobre todo cuando se "tiene que" reir mientras tienes una tormenta por dentro, o hablar como si una fuera la tranquilidad hecha persona, en fin...; no obstante, siempre hay momentos en los que nos desahogamos, uff! y es un alivio. Es cuestión de tratar y mil veces tratar de acomodar las emociones en ciertos momentos

Anónimo dijo...

Eso de ser profesor teniendo que usar máscaras, suena simplemente ...esclavizante.......
Por qué no te atreves a mostrar un poco más de tu verdadero YO a tus alumnitos????....

Anónimo dijo...

1. "sociópata satanista, caótico y temperamental que soy" es en verdad la máscara de tu verdadera humanidad.

2. el tipo que se levanta molesto y que se le pierden las cosas es una señal...

3. El hecho de estar parado frente a tus "alumnitos", sea la razón que sea la que te llevó a eso, es otra señal...

4. ,,,señales, en fin, de tu humanidad grandiosa.

Anónimo dijo...

si comparamos tus máscaras con los estados de ánimo verás que guardan mucha relación, para empezar al amanecer despiertas con una, las usas y las reciclas constantemente en tu medio, a veces parecen tan opuestas pero ocurre frecuentemente...
aunque si una máscara implica hacer uso forzoso de las emociones
que significa el amor puro? es ver a través de esas máscaras al ser original? o es aceptar que este ser es parte de sus tantas máscaras que usa?
lo de temperamental... si lo he visto