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lunes, 14 de abril de 2008

Tolkien en el descontexto

Nuevamente aquí para escribir contra los estudios culturales, tras darme con la horrorosa experiencia de encontrar que la mayoría de maestrías europeas también siguen esa absurda línea actualmente. Pero por algún lado pensaba también llegar a hablar sobre Tolkien y Lewis, y cómo alguna vez mencioné en un coloquio que Tolkien en su magno Silmarillion logra definir todo de forma intratextual, reflejando sus criaturas entre sí y dejando de depender de cualquier elfo o troll terrícola, sea germano, escandinavo o qué sé yo. No así con Lewis, cuya Narnia reposa evidentemente sobre los retazos de las heráldicas medievales y códices de caballería, sin los cuales no podría construir sentido alguno, y así queda enredada en la trama intertextual como todos nosotros. El Silmarillion, por otro lado, es una mitología independiente y como tal usa este recurso, que es propio de un mito como narrativa primaria e inicial, a la cual ningún texto precede, por lo que se las arregla sin intertextualidad alguna. Pero más aun que los mitos naturales de los pueblos acéfalos, el Silmarillion nace de la solitaria pluma de un individuo hermético, y al ser su origen infinitamente particular caba siendo insondable. No se puede subordinar a ningún contexto específico, pues sabrá Eru la cantidad de cosas que habrá leido y pensado nuestro querido Ronald Rewel, y a diferencia del panteón griego los Valar no están explícitamente asociados a ningún estado y nación. Creado no por un contexto, sino en uno o más bien muchos diversos contextos (a lo largo de 50 años contando más de un viaje), las conexiones alegóricas del Silmarillion son infinitamente especulables y reconstruibles. La mitología artificial crea un nuevo grado de narrativa libre, desde un inicio se sobrepone a los tiempos específicos y nos impulsa a pensar estructuralmente, en los actos y no en las gentes específicas. Orcos no son los nazis o los empresarios contaminantes de cierto espacio y tiempo particular, orco es todo aquel que se comporte como orco, pues el orco original no existe más que en su esencia. Aquí chocamos al fin con el reverso de los estudios culturales, que nos enseñan a contextualizar, que nada existe fuera de su espacio y tiempo particular, que nada puede trascender a su condición de creación que lo determina inequívocamente. Es por eso que les gusta tanto a los gringos: una máquina perfecta para encasillar extranjeros y justificar racismos, una excusa perfecta para repetir errores históricos y negar su propio nazismo, pues el contexto es otro, y lo que importa es que están aquí y no son latinos, sólo inmigrantes ilegítimos y genocidas...

1 comentario:

Anónimo dijo...

*-*
Comentario final brillante!!!
Genial~~
Muy cierto...
EStudios culturales, complejos oficializados y sacramentados sucks~!!!