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lunes, 22 de octubre de 2007

Reinvenciones del vampiro

Otro artículo que se publicó hace un tiempo es una reseña más sobre El empalador, en la revista Nudo, organizada por los estudiantes de humanidades de la pucp. En ese sentido debo admitir lo evidente, que gran parte de los organizadores de la revista fueron mis compañeros de clase, incluyendo a Romina, que firma la nota. Aun así debo decir que la revista en su conjunto les ha quedado muy simpática, no carece de snobismo intelectual como todo humanista, pero se deja leer y tiene varios puntos de interés.
El texto en cuestión enfatiza más que nada las diferencias entre Vlad y Drácula con las que he estado jugando recientemente. El contraste llega a un punto donde al parecer se afirma que aquí no hay vampiros... Que Bella Lugosi no está por ningún lado es más que cierto, pero leer la novela sin relacionarla con los mitos vampíricos deja fuera a Lilith y su gente. Es cierto que Vlad es de nombre Dracula, pero aparte del Drácula de Stocker, los vampiros han renacido con fuertes transformaciones una y otra vez. Hace poco estuve leyendo a la señora Anne Rice (pero me aburrí porque ya había visto la película y el libro no aporta mucho más, aunque a la señora no le haya gustado el filme), también están las otras historias de los nosferatus de Werner Herzog y la peste, las impusas griegas, demás parientes no muertos y, por qué no, el comic de Blade y El pequeño vampiro, y hace un tiempo también mencionaba Blood+, que es cierto que en muchos aspectos no es gran cosa, pero el concepto del vampiro es bien otro. Algunos caminan bajo el sol, otros no aguantan los ajos, varios son sexuales y muchos no tanto, algunos contagian epidémicamente con solo morder, y sí, hay hasta quienes no beben sangre muy seguido... Entre íncubos y chupasangres, finalmente hay tantas versiones contradictorias que cada uno tiene que armarse su propio modelo, cosa que yo vuelvo a hacer al inicio de cada cuento, aunque aun no tengo ocasión para sacar a la luz ninguno de mis cuentos vampíricos...
Al fin de cuentas, a lo que va el artículo es a advertir que esta novela también funciona como épica, algo que había oido antes, pero sobre todo como una épica decreciente, que cabalga rumbo a la perdición. Es cierto que se puede hablar de humanizar a Vlad, algo que en verdad yo no había pensado, pero no por ser más humano será menos vampiro. Se agradece, por supuesto.

1 comentario:

Iscariot dijo...

Excelente artículo Señor, me doy cuenta de su amplio dominio sobre el excitante tema del vampirismo.
El blog esta buenisimo, espero poder leer pronto algun libro suyo.
Felicitaciones.